La pandemia Covid-19 sigue derramando sus efectos perniciosos de larga duración. Este es el caso del aumento consistente del desempleo en los jóvenes. Según una publicación reciente en los países europeos el desempleo juvenil alcanza una media del 17%, siendo Alemania el que sobresale con menor guarismo (6%) y España supera el doble de la media con una 40%[1].
Uruguay no es ajeno a esta tendencia europea. Según cifras oficiales, el desempleo de los jóvenes menores de 25 años fue el del 33,3%. Teniendo en cuenta que la tasa de desempleo general es del 10,6%, en los jóvenes es casi un 23% más.
El gobierno está trabajando para atender esta situación dramática que compromete el futuro del trabajo en este segmento activo de la población. Hace unos días se lanzó el programa Yo Estudio y Trabajo, que permite a los jóvenes que estudian, tener una primera experiencia laboral en empresas públicas mientras cumplen sus tareas lectivas. Es un trabajo temporal con cupos limitados, realizándose un sorteo.
Otra línea de acción que entendemos que se está trabajando en un proyecto de ley, es la revitalización de la Ley de empleo juvenil, que prevé incentivos a las empresas para que incorporen jóvenes a su plantilla bajo modalidades como contratos de primera experiencia laboral o contratos formativos mediante un acuerdo trilateral (Institución educativa, empresa y el joven).
Esta Ley en sus orígenes produjo un efecto muy positivo y tenemos conocimiento que muchas empresas transformaron empleos temporarios en sin plazo determinado. Sucesivas modificaciones de esta Ley la fueron limitando, burocratizando los trámites y hoy nos encontramos que tiene poca aplicación. En mi opinión debería volverse a la primera redacción de la Ley, modificando la actualmente vigente.
Hay otras líneas de acción a través del Inefop (Instituto de Empleo y Formación Profesional). Este Instituto, haciendo sinergia con la Dirección Nacional de Empleo, son claves para el diseño de programas de formación profesional para los jóvenes, principalmente en las tecnologías de la información y habilidades digitales en general.
En fecha reciente se aprobó una Ley para revitalizar el programa Uruguay Trabaja, que tiene bastante aplicación en el interior del país. Esto puede ser una nueva oportunidad para los jóvenes en el interior del país, a quienes más golpea el desempleo juvenil.
A nivel tripartito se acordó la creación de un Observatorio del Empleo para que entre otras tareas, se identifiquen las tendencias del empleo, en lo que refiere a las posiciones laborales más demandadas. Este insumo permitirá desarrollar cursos de formación profesional más específicas, con el objetivo de lograr una rápida inserción laboral.
Esto se complementa con la instalación de Consejos Tripartitos Sectoriales para analizar las necesidades de cada sector y las dificultades que enfrentan. Con este insumo, trabajar en medidas focalizadas para incentivar el empleo.
En síntesis, esperemos que este conjunto de medidas coordinadas y focalizadas en este segmento de la población que hoy está muy vulnerable, den resultados y se pueda revertir esta crítica tendencia de desempleo. Va a llevar mucho tiempo dado que hay un gran esfuerzo por mantener las fuentes de trabajo existentes y se crean pocos puestos de trabajo. Sin duda que todo dependerá de la reactivación de la economía que anhelamos que se produzca rápidamente con la superación de la pandemia.
[1] Diario ABC edición digital, 2 de noviembre de 2020.