A pesar de la mala noticia del Covid-19 que afecta a la gran mayoría de los países del mundo, en Uruguay tenemos una buena noticia: el lunes 13 de abril de 2020, la construcción reinició su actividad en las obras. Según informes en los medios, se trabajó en el 90% de las obras, y en forma paulatina, se retomará el trabajo en el resto de las obras, una vez que la empresa esté en condiciones de cumplir con las medidas sanitarias acordadas en el Protocolo sanitario tripartito.
Licencia especial compensada y goce del primer tramo de licencia anual
En esta industria, los actores sociales acordaron una licencia especial sin goce de sueldo por dos semanas, con el fin de contribuir a la medida de aislamiento social exhortada por el gobierno y así evitar la aglomeración de personas en los centros de trabajo.
En compensación por esta inactividad, se acordó el pago de una suma fija de $ 16.500 (USD 370 aprox.) por única vez, y que no tendría naturaleza remuneratoria, ni estaría sujeta a contribuciones de seguridad social. Esta partida se financió con el aporte tripartito en proporciones desiguales (50% las empresas, 20% los trabajadores y un 30% el gobierno). Este acuerdo fue aprobado e implementado por una Decreto emitido por el Poder Ejecutivo.
Esta licencia especial finalizaba el día antes en el que la industria, comenzaba el inicio del primer tramo de las vacaciones anuales. Esta licencia anual ya comenzó y finaliza el viernes 10 de abril. Por consiguiente, se reinicia la actividad el lunes 13 de abril.
Protocolo sanitario y reinicio de actividad en las obras
En este marco, los actores sociales y el gobierno acordaron la aplicación de un protocolo sanitario, con el fin de garantizar la salud de los trabajadores y evitar eventuales contagios. Se estableció que el día en que se retomen las tareas, a primera hora se realizará a todo el personal una inducción informativa de las medidas a adoptar en relación al COVID-19. También se le entregará una copia del protocolo.
El protocolo reglamenta el trabajo de campo, el ingreso a las obras, la desinfección de vestuarios, comedores, la difusión de las normas preventivas dispuestas por el Ministerio de Salud y la OMS, y el uso de tapaboca. Se dispone que una persona que tiene ciertos síntomas antes de concurrir a trabajar, no debe hacerlo, e informar a su superior. También se establece el procedimiento a cumplir en caso de que en el curso de la jornada algún trabajador presente síntomas de estar infectado.
Se prevén prestaciones especiales para los trabajadores con factores de riesgo para contraer el virus. En estos casos, no trabajan y se les paga una partida especial con cargo a los Fondos Sociales de la Construcción.
La buena noticia es que esta industria moviliza 45.000 trabajadores y genera trabajo para otras empresas y sus trabajadores en forma directa e indirecta. La economía comienza a moverse. Si esta experiencia resulta, los restantes sectores productivos que tienen baja o nula actividad, la tomarán como plataforma de lanzamiento para activarse, siempre y cuando la autoridad en forma paulatina comience a flexibilizar las medidas de aislamiento social y la empresa brinde a los trabajadores, las garantías sanitarias recomendadas.
Nuevo protocolo construcción COVID-19