Impacto de las nuevas tecnologías en el empleo: propuestas políticas

En general, los partidos políticos uruguayos coinciden en que el avance tecnológico está causando y causará en el futuro, un impacto en el empleo, afectando a aquellos puestos de trabajo repetitivos, que serán sustituidos por la robótica,  la automatización, el internet en las cosas. También señalan que este avance implicará la creación de nuevos puestos de trabajo de más alta calificación y formación profesional.

Algunos partidos políticos realizan un diagnóstico más completo que otros, y contienen propuestas de cómo afrontar este cambio en el desarrollo del trabajo, que a su vez, impacta en todo el orden social y económico. Para este trabajo y por razones de espacio, seleccionamos tres Programas.

  1. Diagnóstico

El Partido Nacional (PN) señala que la revolución tecnológica, la inteligencia artificial y la automatización inciden e incidirán de manera transformadora en el ámbito laboral. Hay trabajos que desaparecen, otros que se crean, y otros que requieren nuevos conocimientos y nuevas capacidades. No solo se afectan puestos de trabajo, sino la forma en que el trabajo se organiza. El trabajo con uso de plataformas digitales, transforma la prestación de tareas tradicional (en un lugar determinado y bajo un horario)[1].

El Partido Independiente (PI) va en la misma línea, al señalar que en el marco de la llamada “cuarta revolución industrial”, van a desaparecer muchos puestos de trabajo asociados a tareas rutinarias (manuales o intelectuales). A su vez, se incrementarán los requerimientos de habilidades y capacidades necesarias para ingresar al mercado de trabajo[2].

El Frente Amplio (FA) señala que con los cambios tecnológicos aparecen nuevas formas de empleo, que deben ser reguladas, con el fin de proteger los logros alcanzados. Aparecen nuevos trabajadores que irrumpen en el mercado laboral, generando nuevas categorías, que rompen los modelos hasta ahora existentes (por ejemplo, el teletrabajo). En esta dirección regulatoria, hay que atender el desplazamiento de los trabajadores producto de la robotización, automatización, etc[3].

  1. Planes y acciones

En los programas de los partidos políticos relevados, se coincide en la necesidad de instalar un ámbito de diálogo sobre este tema, con inclusión de los actores sociales. Se coincide que hoy la estructura de la formación profesional está muy dispersa y no hay un sistema, que tenga sus objetivos y metas a alcanzar, y ponga el foco en la trayectoria laboral específica.

Este diálogo político y social tendría que tender a concretar un acuerdo que culmine en la creación legal de una Sistema Nacional de Formación Profesional Continua. En esto coinciden el PN y el FA.  Es necesario que la formación de los trabajadores sea continua, dado que hay que adecuarse rápidamente a los cambios tecnológicos, con el fin de subsistir en el mercado de trabajo.

El PN da un paso más en el sentido de crear un ámbito técnico (Observatorio), con participación de los actores sociales, que provea de insumos sobre los cambios tecnológicos que hoy se están produciendo y los que vienen y cómo impactan e impactarán en el empleo, recomendando acciones a emprender para no quedar rezagados.

Veamos el desarrollo de estas ideas.

El PI señala que este tema debe ser central en la agenda de los próximos años. Deben realizarse reformas en la educación que propone, pero señala que además, deberán generarse estrategias potentes para reciclar buena parte de la fuerza laboral actual, que irá quedando fuera del sistema, y a la vez, buscar esquemas de seguridad social sustentables, que tengan en cuenta este fenómeno[4].

El PN propone la creación de un Sistema de Formación Profesional Continua (Sistema), que asegure permanentes oportunidades de mejora a los trabajadores, al tiempo que favorezca la innovación y la productividad. Es necesario que toda la institucionalidad creada en conexión con la formación profesional, funcione como sistema.

El Sistema que se propone será financiado a través del Fondo de Reconversión Laboral, y otros aportes públicos y privados. Tiene por fin generar políticas y mecanismos, que garanticen la calidad de la formación la acreditación y la certificación externa de saberes y acciones formativas[5].

En forma más específica, el PN propone crear un observatorio sobre tecnología y empleo, integrado por los actores sociales, que permita (i) identificar y evaluar el impacto del cambio tecnológico en la producción y en el empleo, a partir de metodologías adecuadas, (ii) diseñar programas específicos de reconversión para colectivos afectados o amenazados potencialmente por el impacto sistemático de la tecnología, y (iii) recomendar las acciones administrativas y legislativas que se consideren oportunas[6].

El FA también propone la creación de un Sistema Nacional de Formación Profesional, con participación de los actores sociales. Tendrá como fin, articular entre las instituciones públicas y privadas, los distintos niveles de formación permanente y de capacitación para el trabajo. Es necesario analizar la estructura actual de la Formación Profesional, procurando mejorar su coordinación, evaluación, calidad de enseñanza, etc. y establecer un número de horas anuales para la capacitación laboral, incluidas en la jornada de trabajo, entre otras[7].

[1] Programa 2020-2025, pág. 33.

[2] Programa 2020-2025, pág. 98.

[3] Programa 2020-2025, pág. 129.

[4] Programa 2020-2025, pág. 99.

[5] Programa 2020.2025, pág. 35.

[6] Programa 2020-2025, pág. 36.

[7] Programa 2020-2025, págs. 129 y 130.