En el corriente mes de abril, Uruguay está siendo atacado gravemente por el Covid-19. Hasta el 8 de abril de 2021, hay 28.141 casos activos, de las cuales 437 están en cuidados intensivos. A su vez, ha crecido el nivel de letalidad (44 fallecimientos ayer), y se registra un total de 1.275 fallecimientos desde que comenzó la pandemia.
En esta semana el gobierno anunció la extensión de las medidas adoptadas el 23 de marzo, hasta el 30 de abril de 2021 inclusive. Entre otras, se encuentra vigente la limitación del derecho de reunión para evitar aglomeraciones, suspensión de las clases presenciales en todos los niveles de enseñanza, y cierre de oficinas públicas. Nuevamente se adhirió el Poder Judicial y el Tribunal de lo Contencioso Administrativo, con extensiones de las ferias judiciales sanitarias hasta el día mencionado.
La estrategia tiene varias direcciones. En primer lugar, reducir la movilidad y la reunión de personas fuera de su burbuja chica familiar. En segundo lugar, avanzar con la vacunación a ritmo acelerado con el fin de lograr la mayor inmunidad de la población.
Hay disponibilidad de vacunas, y se requiere una colaboración de las personas en inscribirse y vacunarse. No debería haber rechazos o dudas en vacunarse, como arrojan algunas encuestas. Si más de un 70% de la población tiene algún grado de miedo en contraer la enfermedad, no se explica que todavía haya personas que rechazan o dudan en inmunizarse.
Debemos recordar que todos tenemos el deber constitucional y legal de cuidar nuestra salud, y con ello, colaborar en el cuidado de la salud colectiva (art. 44 de la Constitución y Ley 18.335, art. 22). El interés personal en tener salud y la actitud solidaria de cada uno para con el mejoramiento de la salud del colectivo social, serán las claves para salir más rápido de esta crisis que nos acosa.
El Parlamento acaba de aprobar una Ley por la cual se establece que todo trabajador que tenga agendada su vacunación dentro de su horario de trabajo, tendrá derecho a ausentarse del trabajo hasta por cuatro horas. Este tiempo será abonado por el empleador y será considerado como trabajado a todos los efectos. Esto mismo rige para el caso que se requiera una segunda dosis. Este beneficio es retroactivo para aquellos que se hayan vacunado antes de la ley, en las mismas condiciones señaladas.
Y, en tercer lugar, en los casos de trabajos presenciales, que no puedan ser sustituidos por el teletrabajo -al cual el gobierno exhorta- se deben cumplir con los protocolos sanitarios y las medidas de higiene dispuestas por el Ministerio de Salud Pública. En este sentido, la Inspección de Trabajo controla este cumplimiento, y ha dispuesto varias clausuras preventivas de establecimientos hasta tanto se cumplan las normas sanitarias.
En el día de ayer 8 de abril, el Sr. Ministro de Trabajo y Seguridad Social, apoyado en una resolución del Consejo Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (CONASSAT) -ámbito multipartito de alto nivel en esta temática- resolvió lo siguiente:
1º Exhortar y recomendar a todos los empleadores y trabajadores a vacunarse contra el COVID 19, como parte de las medidas de prevención contra los riesgos biológicos y de contagio en el ámbito laboral y de sus consecuencias en la sociedad toda.
2º Solicitar a todos los sectores de actividad el estricto cumplimiento de los protocolos a efectos de prevenir el riesgo biológico originado por la propagación del COVID 19 en el ámbito laboral, y especialmente, el cumplimiento de las siguientes medidas de prevención:
- Uso debido del tapabocas;
- Mantener el distanciamiento físico y social;
- Ventilación de los espacios de trabajo;
- Uso de los elementos de higiene;
- Cumplir las demás medidas dispuestas en el numeral 2 de la Resolución número 54 del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, del 19 de marzo de 2020.
El gobierno anunció que la semana que viene se aprobarán medidas de apoyo a los sectores más afectados por la pandemia (turismo, espectáculos públicos, actividades de esparcimiento, free shop, transporte escolar, etc.).
Esto se sumaría a otras medidas ya adoptadas, como la rebaja del 50% de los aportes jubilatorios patronales para pequeñas y medianas empresas, refinanciación y facilidades de pago de adeudos tributarios, y duplicación del beneficio alimentario para los sectores más vulnerables, que comentamos en nuestra anterior publicación.
Soy optimista que, a partir de mayo de 2021, Uruguay comience a revertir esta situación, tanto en lo que refiere a la cantidad de casos activos, personas en CTI, así como respecto del número de personas fallecidas. Las medidas restrictivas de movilidad, sumadas a la masiva vacunación proactiva de la población, deberían contribuir fuertemente a lograr este objetivo. La salud colectiva, en primer lugar, y la producción y el trabajo nacional, en segundo lugar, así lo imploran.