La negociación colectiva muchas veces es el reflejo de algunas necesidades de los trabajadores que tienen que ver con su diario vivir. Por ejemplo, la necesidad de brindar cuidados a personas de su entorno familiar directo o casos graves de trabajadoras víctimas de violencia doméstica, o de apoyo económico a los hijos de los trabajadores en edad escolar.
En varios convenios colectivos se puso en práctica los lineamentos de la OIT referidas a contemplar las responsabilidades familiares de los trabajadores y brindarle ciertas facilidades para que puedan cumplirlas. Por ejemplo, esto está relacionado con el cuidado de los niños, los enfermos y los adultos mayores.
En un convenio, se acordó la implementación de un servicio de acompañante en sanatorio y cobertura de gastos médicos de urgencia para el núcleo familiar del trabajador, y una canasta hospitalaria para el trabajador hospitalizado.
En otros convenios se pactó que el trabajador tendrá derecho a una licencia especial para atender una enfermedad de familiares o de personas a cargo con capacidades diferentes que estén a su cargo. En otros casos se acordaron licencias para que el trabajador cumpla con sus obligaciones relacionadas con el cuidado, salud o educación de los hijos menores.
Ante el fenómeno existente en nuestra sociedad sobre episodios de violencia doméstica contra las mujeres, en varios acuerdos se atiende la situación de las víctimas, consagrando una licencia especial. En otros convenios, se establece que se brindará asesoramiento y contención a las víctimas.
Como forma de apoyo económico a los padres, que envían a sus hijos a los institutos de enseñanza, es una práctica bastante extendida en los convenios colectivos, de otorgar como beneficio, la entrega de un vale o voucher al trabajador al inicio del año lectivo, con el fin de que se canjee por útiles escolares y liceales.
Todos estos beneficios y otros de carácter social que acuerden los actores sociales, son ejemplos de cómo debe encararse la negociación colectiva, que no solo pasa por la obtención de más salario, sino que también puede ser un instrumento que contribuye al bienestar de los trabajadores.
Sin duda que constituye una ayuda para resolver mejor las distintas situaciones que se le presentan al trabajador como ser humano, en otra dimensión que no es el trabajo. El trabajador tiene también que atender necesidades de la familia, que requieren de un apoyo.
De esta forma, la negociación colectiva contribuye a tener una mejor sociedad, con personas que pueden atender problemáticas, que si bien son ajenas a lo laboral, redundan en un mejor desempeño del trabajo, en tanto esas necesidades son solidariamente cubiertas por el empleador.